viernes, 14 de enero de 2011

Encerrado por ti

Se puede ver al pelinegro caminar pensativo por la cocina, luego de dejar sola a su gemela con su hermano Aion.

Asriel – Que extraño. Aion no noto siquiera lo que dije. En verdad va en serio.
Voz extraña – Asriel. Asriel, ven. – se escucha como un susurro.
Asriel – ¡Eh! Me están llamando. Mmm parece que es de la segunda planta. Iré a ver.

Me apresuro y me dirijo a donde me llamaron, puede ser en mi habitación. Pero en ella solo encuentro algo extraño, una pequeña bolsa dorada.

Asriel -  ¿De quién será? Bueno es obvio que es mía, pero quien me la dará.

Entro y tomo la bolsa, además hay una hermosa rosa, es tan asombrosa, pequeña y de un rojo casi sangriento, bueno últimamente todo lo confundo con sangre, en realidad es carmesí.

Voz extraña – Asriel. Asriel, ven.
Asriel – Esa voz de nuevo. No sé porque pero la conozco. Ahora es abajo. Mmm. ¿Quién  será?

Salgo de mi habitación y sigo la voz que me llama, llego al sótano y al final del pasillo veo una puerta que anteriormente estaba cerrada, con los candados sueltos.

Asriel – Que extraño. Mmmm. Debería ver que hay dentro.

Si como piensan, entre allí y vi una figura muy conocida. Su hermoso cabello plata, pero algo no andaba bien, sentí que no era ella. Cuando me volví, la puerta frente a mí se cerró de inmediato.

Voz extraña – Vaya Asriel, tan agudo como tú padre. Tsukihiko estaría orgulloso. Aunque un poco decepcionado, ya que estas encerrado.
Asriel – No soy el único que lo está. ¿Quién eres? ¿Qué pretendes? – miro a mi alrededor, pero no la ubico.
Voz extraña – Quién dice que estoy contigo. Esto es una proyección. Sabía que solo tú o Faer la oirían, después de todo son los mayores y están más fuertemente conectados a él. Solo deseaba saber como están, mas por ese insignificante inútil que los dejo solos. Luego hablaremos, ahora descubre cómo salir de aquí. JAJAJAJAJA.
Asriel – Oye, quien. ¡RAYOS! Bueno supongo que será una loca amiga de padre. Mmmm, no recuerdo cuando le comencé a decir así, pero esta mujer tiene razón. Por ahora no puedo hacer nada, mas si utilizó mi debilidad y para resistirme use lo que me quedaba de energía. Será esperar a que me encuentren. Apresúrense, aquí no resistiré mucho.

En la habitación de Faer, la chica que estaba abrazada a su hermano, se separo de él, pues escucho algo.

Faer – Debemos buscar a Asriel, está en problemas.

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