jueves, 20 de enero de 2011

Sentimientos

Linthel
El solo pensar que estaba sufriendo no podía soportarlo, el que nos quisieran rechazar por nuestro bien, con solo ese gesto nos estaban demostrando que nos querían.
No importaba cuento temor sentía, sabía que debía de hacerlo, debía permitir que él tomara de mí, no deseaba que sus labios tocaran a nadie más, tampoco deseaba que siguiera sufriendo de esa manera, él solo lastimándose a si mismo… Aquel calor al abrazarlo deseaba sentirlo siempre, deseaba que fuera solo para mí…
Es verdad, estaba distraída cuando sentí los colmillos sobre mi muñeca, como lo imagine era doloroso, podía sentir el recorrido de mi sangre hasta el lugar donde era extraído, no podía mostrar lo que sentía, no podía permitirle saber que era doloroso.
Mi cuerpo deseaba huir, pero mi mente solo deseaba ayudarlo, estaba segura de que el vínculo funcionaría, debía creerlo así, no deseaba separarme de mi niño, de este precioso tesoro que desde el principio cautivo mi corazón…
Varios recuerdos resurgieron en mi mente, solo esperaba que él no pudiera verlos, aquellos fragmentos de mi vida, algunos demasiado vergonzosos, algunos demasiado crueles… Todo aquello era difícil, no pude contenerlo, una sola lágrima escapo de mis ojos, voltee mi mirada, esperando que él no se diera cuenta de aquel momento de debilidad, después de todo no era por la mordida, si no, por el miedo a perderlo, perderlo para siempre….

Aion
Aquella pequeña niña tan dulce, tan tierna, despierta en mi tantos sentimientos, a veces me frustra el que no sea capaz de darse cuenta de cuan importante es para mí, no podría perderla, nunca me lo perdonaría.
Podía ver la angustia en sus ojos, la indecisión de si debía o no hacerlo, no deberías dudarlo tanto, o acaso no quieres estar conmigo?
Solo podía darle fuerzas, demostrarle que en verdad lo deseaba, si todo funcionaba nuestras vidas estarían juntas, vinculadas para siempre.
Sentí sus colmillos, aquella mordida aguda, que más que dolor me producía satisfacción y alegría, eso significaba que estaba dispuesta a estar conmigo, no podía creer que ella se hubiera hecho algo así, debe sentir gran dolor, quiero abrazarla, acercarla a mí, pero debo esperar, su sed debe ser saciada, probablemente Lin y yo debamos descansar un poco después de esto, estoy seguro que ella no entiende la magnitud de lo que acabamos de hacer… Nuestras vidas siempre estarán unidas al otro.
Empecé a recordar algunas cosas, ella lo estará viendo también? Realmente no me importa, si no lo ve más tarde se lo contaré, después de todo no me importa el pasado, ni el mío ni el suyo, solo me importa pensar en el futuro, incluso el mañana, después de esta decisión, es incierto.
Que sentirá? Me gustaría ser yo el que estuviera probando su sangre, bebiendo su alma y fusionándola con la mía…
Niña, qué tanto eres capaz de ver mientras tomas de mí? Puedes escuchar lo que pienso? Desearía trasmitirle simplemente una cosa… Tan solo con que escucharas eso sería suficiente, mi pequeña niña, escucha… “Te amo”

Faer
No lo soporté más, su gesto fue muy gentil, nadie hubiera ofrecido alguna parte de su cuerpo con una cara tan amable. Si tan solo yo no hubiera tenido que morder mi muñeca, mi debilidad por su dulce aroma no hubiera dominado a mi razón.
Realmente su dulce rostro sonriente, fue el detonante de todo, solamente me hubiera gustado que no fuera así, lo imaginé de otra manera. No deseaba ver su gesto de dolor, cuando mis colmillos perforaron su piel hasta llegar a sus venas, entonces cerré mis ojos apenas lo mordí.
Dentro de mí, su sabor era un aliento de vida, fue como si me hubiese liberado de una cárcel o de un castigo realmente fuerte y cruel, ese dulce sabor que emanaba de su sangre, sobre mis labios su suave piel cubierta de sangre, el cómo sentía que cada vez era más parte de mí.
Sentí tantas cosas y nada al mismo tiempo, su dolor, no solo presente sino pasado, pequeñas ráfagas de recuerdos de cómo fue empujado a este oscuro y solitario mundo; pero sobretodo me sentí segura al saber que se crearía un vinculo, casi una dependencia de uno hacia el otro, tan fuerte entre nosotros, que era posible que algún día realmente lo mereciera.
Pero más que eso, mi corazón deseaba creer en ese vinculo que se crearía eso que nos uniría, algo que demostraría nuestros sentimientos, pero sentí un vacio al saber que era posible que eso no funcionara, que todo provocara que solo lo viera como una comida fácil o que él mi viera como el monstruo que creo ser, todo me angustia y me hace sentirme horrible.
Solo espero que nada de esto provoque la separación o destrucción de esta familia que debo proteger, aunque me cueste la vida.

Asriel
Mis instintos me dominaban, había perdido mucha sangre al tratar de salir de esa cámara de tortura, el crear una llave con mi sangre y que arrastrara a mi hermana a la misma situación, solo para liberarme.
Sentir como el respirar y que tus pulmones se llenen de aire, te quema por dentro, provocando lentamente que tus instintos asesinos tomen control he inhabiliten tu buen juicio.
El tenerla cerca, sentir su débil calor sobre mi pecho, el que no le importara lo salvajes o primitivos que somos, que desee estar a mi lado a pesar de cómo soy, a pesar de haber hecho lo que hice.
El alimentarme de mí mismo me mantuvo cuerdo, casi tranquilo, pero ya no surtía efecto y el oírla decir claro, con esos hermosos ojos y su sedoso cabello, que desprendía un aroma que me atraía; me suplicaba que posara mis labios sobre ella y la desangrara.
Instintos tan primitivos, destructivos, algo que en algún momento provocaría que me destruyera; pero el saber que tengo un apoyo no solo en mi hermana, sino en ella, mí pequeña niña, a pesar de ser alguien tan raro.
Nada me aseguraba que funcionara, que me detuviera a tiempo, que solamente tomara lo que necesitaba para saciarme, tantos pensamientos pasaron por mi cabeza, tantas escenas horribles de ellos cubiertos de sangre, inanimados en una pequeña habitación, escenas de su salto a nuestro lado.
De mi cabeza no salió nada quise mostrarle pero algo me decía no, algo bloqueaba todo pensamiento y hacia que viera tantas cosas y ninguna, que pensara tan erráticamente; que no supe como logre controlarme y detenerme, para solamente mirarla.

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