De compras!

Linthel y Aion se encontraban en el pueblo, seguidos de acerca por sus guardianes-

Linthel – Onii-chan, que piensas comprar?

Aion – Aún no lo sé, y tú? Le comprarás algo a ese mocoso?

Linthel – No es un mocoso!!! ¬¬… Si le compraré algo, pero también buscaré algo para onee-chan y para ti… Ah! Y también para los guardianes

Aion – Le darás algo a cada uno?

Linthel – Sí!! Y tú deberías hacer lo mismo

Aion – Tal vez… Pero no le daré nada a ese mocoso

Linthel – Que no es un mocoso!!! ¬¬… se que lo harás

Aion – Claro que no enana, por qué lo dices?

Linthel – Porque tú y yo tenemos los mismos gustos

Aquello era verdad, no se podía negar que los hermanos tenían el gusto similar en cuando a parejas se trataba, pero Aion nunca lo admitiría

Aion – Claro que no!! Enana, vamos a separarnos, nos vemos acá dentro de una hora

Linthel – Está bien, en una hora entonces

Cada uno de los hermanos tomó su camino. Linthel se dirigió a una pequeña tienda que acababa de ver donde se encontraban cosas para mascotas, entró en ella para comprar el regalo de los guardianes. Minutos después salió de la tienda.

Linthel - Bien, ahora seguiré con los de mis hermanos – se dijo a si misma

Linthel miró en todas direcciones buscando una tienda adecuada para lo que buscaba, en ese momento una chica llamo su atención, la joven se acercaba hacia ella, su cabello celeste caía suavemente hasta sus caderas, y sus ojos rojos eran profundos y penetrantes. La chica continúo caminando en dirección a Linthel, hasta detenerse frente a ella.

???? – Disculpa, podrías ayudarme

Linthel – Eh?, si claro, si me es posible.

???? – Podrías guiarme? Necesito salir del pueblo, pero creo que me he perdido

En ese momento Taiyou se acerco a su ama, un mal presentimiento lo embargaba, al llegar junto a ella, la chica de cabello celeste lo miró paralizándolo por completo

Linthel – Es Taiyou, mi mascota – dijo al notar que la joven lo miraba

???? – Es muy lindo, me ayudaras?

Linthel – Claro que si!! Dime, cuál es tu nombre?

???? – Soy Seiren – dijo con una sonrisa extraña

Linthel – Seiren?? Es un nombre hermoso

Seiren – Lo sé, Linthel

Linthel – eh? Como sabes mi nombre??

Seiren sonrió mirando a Linthel directamente, una luz destello en sus ojos, Taiyou intentó moverse sin éxito.

Una hora había pasado, Aion esperaba por Linthel en el lugar donde se despidieron. Linthel venía corriendo con su típica sonrisa.

Aion – ya era hora enana, compraste todo?

Linthel – Lo siento Onii-chan!! Si logré comprar todo.

Aion – Bien regresemos a casa

Linthel – Por supuesto!

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Linthel, no había señales de Taiyou por ningún lugar, ni tampoco de Seiren. Ambos hermanos emprendieron el viaje de regresó a casa, sin sospechar lo que iba a suceder…